Este artículo publicado originalmente en Metropolis profundiza en los avances del urbanismo chino en diversas ciudades africanas, y las consecuencias que esto ha traído en la calidad arquitectónica de estas ciudades: los contratistas y arquitectos chinos son capaces de impulsar el crecimiento de una ciudad no sólo al menor costo sino también en la fecha prevista, pero al hacerlo, dejan fuera de competencia a las compañías locales e ignoran el contexto cultural. ¿Será una compensación aceptable?
La fábrica del mundo tiene una nueva exportación: el urbanismo. Más y más edificios, infraestructuras y distritos ideados por compañías chinas brotan a través de África, cambiándole el rostro a las ciudades del continente.
O eso al menos asegura el estudio de investigación holandés Go West Project, el cual ha estado rastreando este fenómeno para su proyecto en curso sobre, precisamente, la exportación a África del modelo urbano de China. Desde 2012, el grupo integrado por el arquitecto Daan Roggeveen y el periodista holandés Michiel Hulshof, ha visitado seis ciudades africanas para investigar al respecto. Asimismo, Roggeveen y Hulshof recientemente lanzaron su reporte preliminar en una edición de Urban China, una revista que se enfoca en el desarrollo urbano del gigante asiático.
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