La economía urbana en América Latina ha desempeñado un papel esencial en la transformación de las ciudades, influyendo tanto en el desarrollo económico como en la estructura social de las ciudades.
La ciudad no sólo es el motor del desarrollo económico, sino también una máquina para el desarrollo social. Es ampliamente reconocido que existe una relación positiva y estable entre la tasa de urbanización en un país y su desarrollo social, pero dicha relación es directamente proporcional a la calidad urbana.