La recuperación de tierras del mar se ha convertido en un fenómeno popular en el desarrollo costero. Es la solución más preferida para la necesidad de tierra en áreas costeras y se ha implementado para diversos casos de uso, incluyendo el control de inundaciones y la agricultura. Hoy en día, se ha convertido en una famosa respuesta urbana al rápido aumento de la urbanización costera, la actividad económica y la población global. Países como China y los Países Bajos lideran la lista en la cantidad de superficie terrestre recuperada. Sin embargo, la mayoría de los proyectos de recuperación hoy en día tienen lugar dentro de los centros urbanos en el sur global. Las ciudades de África Occidental, Asia Oriental y Oriente Medio producen estas nuevas tierras como líderes económicos para su industria comercial y como plataformas para albergar residencias de lujo.
Pero la relación entre el diseño y la producción de tierras recuperadas y la respuesta del agua en los entornos oceánicos es compleja. Requiere una relación simbiótica con los cuerpos de agua para la estabilidad, pero puede provocar fuerzas naturales cuando se imponen negligentes en el mar. Los comportamientos del agua del océano, incluyendo la acumulación de mareas, el aumento del nivel del mar, la conexión con los humedales y la biodiversidad acuática, pueden cuestionar el éxito o el fracaso de los proyectos de recuperación de tierras en diferentes contextos.