"Los detalles no son los detalles. Hacen el diseño." – Charles Eames. La creación de espacios atractivos que se anticipen a las necesidades de los usuarios depende de varios factores: escala, circulación, funcionalidad y comodidad. Sin embargo, las últimas décadas han demostrado que el atractivo visual de un proyecto también es muy importante para el espacio interior. En este artículo, exploraremos el lado estético del diseño de interiores, analizando estilos populares en todo el mundo y cómo los arquitectos y diseñadores utilizan elementos como colores, muebles, accesorios y acabados para definir su identidad espacial.
Por transitorias que sean las tendencias, siempre tienen una forma de regresar. Lo vemos todo el tiempo en la moda, con prendas que vuelven a estar de moda y que pensamos que nunca volveríamos a ver. El diseño de interiores no es una excepción. Si bien este siglo ha establecido el ideal de sutil sofisticación y simplicidad – con superficies blancas, líneas limpias y acabados suaves – los elementos retro audaces están siendo revisados tanto en interiores residenciales como comerciales. Ya sea en forma de paredes de colores vibrantes, pisos con patrones geométricos intrincados o muebles de aspecto antiguo, parece haber una apreciación renovada por los elementos de diseño inspirados en las tendencias de la segunda mitad del siglo XX, particularmente de los años 50 a los 80.
Aunque el uso de los arcos en la arquitectura se remonta al II milenio a. C., fueron los romanos quienes los consolidaron como elemento de ingeniería y símbolo de las victorias militares, que ahora vemos en exceso como arcos conmemorativos. Poco después, diferentes civilizaciones y culturas adoptaron el arco para sus propios fines, uniendo la necesidad estructural y la estética. En este artículo, veremos cómo los arcos pasaron de ser elementos estructurales significativos a cautivadores detalles decorativos.
En 1977, un artículo escrito por Carter B. Horsley para The New York Times proclamaba el "auge de los glamorosos ladrillos de vidrio". Considerados alguna vez como un material "de segunda categoría", los ladrillos de vidrio comenzaban a ganar aceptación entre los arquitectos en proyectos residenciales y de restaurantes, debido a esa translucidez que entrega a su vez privacidad, interés visual y sentido del orden. Después de un uso breve pero generalizado, en la actualidad muchos asocian el material con estilos arquitectónicos anticuados de los 80; estética que pocos parecen interesados en revivir. Sin embargo, algunos arquitectos contemporáneos han comenzado a utilizar este material de formas innovadoras y claramente modernas, ya sea para crear baños elegantes y minimalistas, bares y restaurantes industriales, ventanas residenciales vintage o incluso fachadas urbanas experimentales. Como dijo Horsley, parece que los glamorosos ladrillos de vidrio están en auge, nuevamente.
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Los revestimientos de terrazo se fabrican a través de una base cementicia –arena, agua y cemento– mezclada con diversas piedras naturales granuladas, y pueden aplicarse en cualquier tipo de superficie horizontal o vertical. La técnica, producida a partir de un proceso totalmente artesanal, fue ampliamente utilizada en edificios modernos en todo el mundo y tiene como principales ventajas su durabilidad, resistencia (al agua y abrasión), y su fácil mantenimiento, siendo comúnmente aplicado en pisos de casas y halls de edificios residenciales y comerciales.
Actualmente, el terrazo parece estar de regreso y se presenta como una fuerte tendencia en la arquitectura contemporánea. Revisemos su composición y algunas de sus aplicaciones en proyectos recientes.