Para algunos, puede resultar aterrador pensar que habitamos una esfera que orbita el Sol, cuyo núcleo tiene temperaturas de hasta 6.000°C y que todas las actividades humanas se ubican en la corteza terrestre, la capa de menor espesor ubicada sobre distintas placas tectónicas. Estas placas flotan sobre la astenósfera, y en ocasiones chocan provocando terremotos. Como podemos ver en este mapa interactivo, los terremotos son mucho más frecuentes de lo que imaginamos, ocurriendo decenas de ellos diariamente en todo el mundo, aunque muchos pasen desapercibidos. Sin embargo, algunos de ellos son extremadamente potentes, y cuando ocurren cerca de áreas urbanas, son una de las fuerzas más destructivas en la Tierra, causando muerte y daño al entorno construido.
Con el avance de las investigaciones, pruebas y experimentos en ingeniería, los países y regiones con actividades tectónicas ya cuentan con el conocimiento para reducir el peligro de muerte y los daños ocasionados. Algunas soluciones y materiales funcionan mejor en caso de terremoto. La madera es uno de ellos.