La palabra comensalidad se refiere al acto de comer juntos, compartir una comida. Mucho más que una mera necesidad humana esencial, sentarse a la mesa es una práctica de comunión e intercambio. Un artículo de Cody C. Delistraty recopila algunos estudios sobre la importancia de comer juntos: los estudiantes que no comen regularmente con sus padres faltan más a la escuela; los niños que no cenan diariamente con la familia tienden a ser más obesos y los jóvenes de familias sin esta tradición acaban teniendo más problemas con las drogas y el alcohol, además de un peor rendimiento académico. Evidentemente, todas estas cuestiones planteadas son complejas y no deben reducirse a un solo factor. Pero tener un lugar adecuado para comer, libre de muchas distracciones, es un buen punto de partida para tener al menos un momento centrado en la conversación y la comida. Estamos hablando de los comedores. Aquí repasamos algunos proyectos para clasificar las formas más habituales de desplegar estos importantes muebles.
El diseño de Warren and Mahoney Architects para la extensión del Aeropuerto de Wellington en Nueva Zelanda, es una respuesta material que evidencia las potencialidades de utilizar la madera laminada en proyectos de arquitectura de gran escala.
La estructura de la fachada es el resultado de reconocer la gran versatilidad de la madera laminada a la hora de diseñar estructuras de gran tamaño y de formas complejas, permitiendo, en este caso, proponer la construcción de una pieza recta que se curva para unirse a la pieza siguiente.
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto Port-A-Bach de los arquitectos del Atelier Workshop es una micro-casa construida en base a un único contenedor de transporte que se ha establecido sobre ruedas para poder transportarse fácilmente. El prototipo fue contruido en Hangzhou, China pero ya fue trasladado a Nueva Zelanda, donde es parte permanente de la colección del Museo Puke Ariki en New Plymouth.