Si Henry Ford se reencarnara como un fabricante de bicicletas, Le Corbusier como arquitecto de edificios y ciudades para bicicletas, y Robert Moses como su aliado en el gobierno, y apasionado por las bicicletas, los planes de hoy para la bicicleta serían mucho más ambiciosos. Le Corbu estaría queriendo salvar a todo el mundo, y, aunque le costara una vida entera, Moses pretendería dejar una huella permanente.
Ellos querrían dar al ciclismo un empujón, al igual que el que el automóvil recibió de tierras abiertas para el desarrollo suburbano. ¿Quiénes son, hoy en día, los Le Corbusier amantes de la bicicleta? ¿Cuál es exactamente su tarea?