Durante gran parte del siglo XX, Detroit era considerada la capital automotriz de Estados Unidos debido a que fue aquí donde se instalaron y empezaron a desarrollar grandes marcas del rubro, como Ford y General Motors.
Sin embargo, en lo que va del siglo XXI, el reconocimiento de la ciudad ha protagonizado un importante cambio, porque en vez de obtener fama a partir de una cultura centrada en el automóvil, está ganando distinción por el desarrollo de una cultura ciclista.
Después de un proceso de selección que involucró a más de 250 propuestas, el equipo curatorial ha seleccionado a 12 equipos de arquitectos para crear la exhibición de Estados Unidos: The Architectural Imagination. La muestra abrirá la instancia para especular sobre posibles proyectos de arquitectura para cuatro sitios en Detroit con la intención de ser implementados en otros países.
En los próximos meses, los equipos viajarán a Detroit para visitar los sitios, participar de encuentros comunitarios y reunirse con estudiantes del Taubman College of Architecture and Urban Planning de la Universidad de Michigan.
Las curadoras Cynthia Davidson y Monica Ponce de Leon esperan haber seleccionado a un equipo que produzca un trabajo creativo e ingenioso para abordar los dilemas sociales y medioambientales del siglo XXI.
Conoce a los equipos seleccionados, después del salto.
Paul Verhoeven tomaría al mundo del cine desprevenido en 1987, cuando detrás de una película de acción llena de violencia excesiva y un humor grotesco presentaba una critica socio-política, sobre temas tan actuales como los efectos negativos del capitalismo neoliberal, la corrupción, el narcotráfico y los peligros de la tecnología al caer en las manos incorrectas. Las escenas de acción, con una realización impecable, resultan para la película igual de vitales y refrescantes como los cortes informativos donde la sociedad es retratada como un ente que ha perdido el rumbo y se encuentra en total decadencia ética y económica.
La historia nos lleva hacia un futuro cercano -aún hoy vigente- en la ciudad de Detroit, la cual sufre una gran depresión económica y en donde los servicios públicos han caído en manos de toda poderosa corporación OCP, la cual controla la ciudad sin ningún reparo. La criminalidad se ha vuelto incontrolable en la ciudad y con gran poderío en armas de fuego supera con creces a la policía, quienes sin recursos, se vuelven carne de cañón ante el afán de la OCP de librar el camino para su gran utopía: Ciudad Delta.
El amor por lo imperfecto, la fantasía de ciudades post-apocalípticas, los recuerdos de las viejas glorias o simplemente morbosidad. La verdad es que se superponen las razones que han estimulado una reciente moda que los estadounidenses llaman ruin porn: un súbito entusiasmo por el registro fotográfico de aquellas ruinas de la ciudad contemporánea del primer mundo.
¿Qué hay detrás de esto? Revisa el set fotográfico de Ruin Porn después del salto.
Situado en el borde oriental del centro de Detroit, el Parque Lafayette constituye la mayor colección del mundo de edificios diseñados por Mies van der Rohe. El complejo de 31,5 Ha se completó en 1959, justo después del Crown Hall y el edificio Seagram. No es tan conocido como algunos proyectos de Mies de esa década, sin embargo, y muchos críticos sostienen, el proyecto merece un mayor reconocimiento. Uno de los primeros ejemplos de esta renovación urbana, es un testamento al diseño del desarrollo, que sigue siendo un barrio vibrante después de más de cincuenta años de su construcción.
https://www.archdaily.co/co/02-318840/clasicos-de-arquitectura-parque-lafayette-mies-van-der-roheRennie Jones
En octubre del año pasado se realizó la primera versión del Festival de Luces al aire libre “DLECTRICITY” en Detroit, un evento que apuntó a crear un sentido de comunidad mediante intervenciones artísticas que realmente expresaran el sentir de sus ciudadanos, respecto a cómo quieren que se utilicen los espacios públicos de su ciudad.
“Your Text Here” fue una de las intervenciones dispuesta en Willis Avenue Station que contó con la mayor cantidad de público, porque proyectó en la fachada de una fábrica más de 1.000 mensajes que fueron escritos por los propios ciudadanos. Éstos fueron enviados al sitio creado para el evento y a través de mensajes de texto, con la condición de que no tuvieran más de 32 caracteres.
Las frases anónimas apuntaban a expresar deseos y sentimientos sin censura alguna, y permitieron que los ciudadanos se reapropiaran de los espacios que comúnmente son utilizados por avisos publicitarios. Más detalles a continuación.