Una de las instalaciones más comentadas en la Bienal ha sido “The Magnet and the Bomb”, de ELEMENTAL, la oficina con sede en Chile liderada por Alejandro Aravena.
La exhibición presenta dos proyectos recientes emprendidos por Elemental en dos ciudades de Chile, Constitución y Calama. En ambas, el desafío era similar: cómo transparentar y afrontar, mediante el diálogo y la participación de los ciudadanos, los conflictos y miradas diversas que inevitablemente existen entre los habitantes de una ciudad, para establecer un “piso común” que permita trazar un futuro que haga sentido a todos los concernidos.
Ambos proyectos fueron desarrollados con una condicionante auto-impuesta por Elemental: ser concluidos en tan sólo 100 días. Es por eso que en el acceso a la exhibición los visitantes son recibidos por una bomba de tiempo, cuya cuenta regresiva llegará finalmente a cero cuando concluya la bienal.
Los proyectos son presentados sobre grandes paneles de madera en bruto, sobre los cuales se despliegan proyecciones. La línea de tiempo que describe la evolución de ambas intervenciones está inscrita en cada panel. Labrada sobre la madera, en el caso de Constitución (más info aquí), y mediante una serie de láminas insertadas en el de Calama (más info acá). Al comienzo de la exhibición, el contexto:
“Chile está enfrentando un gran desafío: mientras el ingreso del país se ha triplicado en una década, las inequidades permanecen prácticamente intactas. Esta dinámica está creando un descontento popular que acumula presión, como una bomba de tiempo social. Al mismo tiempo, y para sostener el crecimiento económico y permanecer competitivo en una escala global, el país necesita atraer personas talentosas capaces de crear conocimiento. Aquí presentamos dos proyectos en los cuales como arquitectos debimos responder a estos dos profundos dilemas”.
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