Nuestra cultura moderna obsesionada con la imagen nos ha llevado a consumir una gran cantidad de arquitectura a través de fotografías, en oposición a las experiencias físicas y espaciales. Las ventajas de la fotografia arquitectónica son amplias; permite a la gente obtener una comprensión visual de los edificios que podrían nunca tener la oportunidad de visitar en su vida, creando un recurso valioso que nos permite ampliar nuestro vocabulario arquitectónico. Sin embargo, uno debe permanecer crítico hacia las desventajas de la fotografía cuando se trata de la arquitectura. Jeremy Till, autor de "Architecture Depends", resume esto en su capítulo "Out Of Time": "La fotografía nos permite olvidar lo que ha venido antes (el dolor del arduo trabajo para lograr la entrega del edificio completamente formado) y lo que va a venir después (la afrenta del tiempo tal como la suciedad, los usuarios, el cambio, y el tiempo). Congela el tiempo o, más bien, congela al edificio fuera el tiempo. La fotografía arquitectónica "deja el edificio fuera del tiempo, sin aliento", y en esto proporciona consuelo a los arquitectos que pueden soñar por un momento en que la arquitectura es un poder estable que existe más allá de las mareas del tiempo".
Los siguientes consejos tienen como objetivo no sólo mejorar la fuerza visual de tu fotografía arquitectónica, sino también las historias que pueden contar más allá de las imágenes individuales, para lograr comunicar las relaciones de los edificios con sus contextos, espacios y tiempo.