Casi doscientos años después de que la primera etapa de construcción comenzara y 150 años después de ser formalmente cerrada al público, el shaft Rotherhithe del arquitecto Isambard Kingdom Brunel en el túnel del Thames está proyectado para convertirse en un nuevo espacio escénico en la ciudad de Londres.
Gracias a una escalera en voladizo fabricada por la firma local Tate Harmer, se concederá acceso al público a una de las obras mejor conservadas de la historia de la ingeniería londinense.
Conoce el proyecto después del salto.