¿Alguna vez tuviste una mala noche de sueño debido a una habitación demasiado caliente? ¿O usaste cuatro abrigos y una bufanda para tolerar el aire frío de tu oficina? A decir verdad, no se puede complacer a todos cuando se trata de ajustar un clima interior, y siempre existe esa persona desafortunada que termina sacrificando su propia comodidad por el bien de los demás.
Evidentemente, no hay "estándares universales" o "rangos de comodidad recomendados" en el diseño de sistemas de construcción, ya que los atletas que entrenan en un gimnasio en México no se sentirán cómodos en un interior con los mismos sistemas de construcción de un hogar de ancianos en Dinamarca, por ejemplo. Por eso, si tuviéramos que definir brevemente el "confort térmico", sería la creación de sistemas de construcción que se adaptan al entorno local y las funciones del espacio, de manera cooperativa.
Entonces, ¿cómo podemos diseñar para un óptimo confort térmico?