En Nueva Delhi, un 70% de la energía que se usa proviene de otros lugares del país y más de un 50 por ciento es generada con carbón.
En gran medida, la presencia de esta última fuente de energía es la que influye en los altos niveles de contaminación atmosférica que afectan a la capital india y que en 2014 la posicionaron como la ciudad más contaminada del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).