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Arquitectos: Franken Architekten
- Área: 600 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Eibe Sînnecken, Oliver Tamagnini, Axel Stephan
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Proveedores: Sto
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se dice que la buena arquitectura debe tener en cuenta al entorno y, en particular, a los edificios circundantes. En Frankfurt am Main, Franken Architekten ha tomado esta premisa con un enfoque literal, utilizando el diseño del edificio preexistente en el lote como base para dibujar digitalmente la fachada de su nuevo proyecto de vivienda-estudio en el casco antiguo de Sachsenhausen. El Alt-Sachsenhausen de Frankfurt era un barrio que necesitaba urgentemente un cambio. Hasta los años 90, la zona se había caracterizado por su vida nocturna, su entretenimiento y sus tradicionales sidrerías. En los últimos años, el deterioro del sector fue tan notable que la ciudad debió crear un estatuto de preservación, solicitando la conversión de los establecimientos gastronómicos en proyectos de viviendas y otros usos. A partir de esta decisión, una pequeña escena con galerías de arte, agencias de publicidad, tiendas de moda y diseñadores surgió en el área, llevando al nombramiento del distrito como “SoMa” (South of Main - Sur de Main), inspiradondose en la famosa zona de SoHo (South of Houston - Sur de Houston) de Nueva York.
Si bien el encargo consistía en la renovación de un edificio preexistente -para convertirlo en una casa y estudio en Rittergasse, el corazón de Alt-Sachsenhausen-, la condición de deterioro del edificio era tal que la recuperación resultó ser imposible desde un punto de vista económico y constructivo. Por este motivo, el arquitecto y el cliente decidieron demoler el edificio original y crear uno nuevo, buscando que su diseño se adecuara al ambiente de pueblo. Tanto la escala como la fachada del edificio debían ser apropiadas para integrarse con éxito al conjunto urbano del distrito, por lo que los arquitectos decidieron duplicar la arquitectura existente, simplificando su diseño mediante la eliminación de los voladizos del tejado y añadiendo un basamento de piedra para anclar el proyecto al sitio.
Pero es sobre este basamento de piedra, en las paredes de yeso, donde se encuentra el verdadero desarrollo arquitectónico. Para la fachada, Franken Architekten empleó la noción del efecto “afterimage” donde, tras mirar fijamente un objeto durante un largo tiempo es posible ver una interpretación borrosa o descolorida del mismo con los ojos cerrados. Así, buscaron generar una “imagen borrosa” del edificio demolido. Para conseguirlo, un algoritmo informático escaneó la fachada de la construcción original. En base a esta, crearon un nuevo diseño de líneas paralelas sobre el cual insertaron un "jitter paramétrico". El siguiente vídeo, aunque en alemán, ilustra este proceso.
La transición entre el dibujo digital y la realidad material fue perfecta. Las temblorosas e irregulares líneas se fresaron en los paneles de yeso utilizando un router CNC (control numérico computarizado). Los arquitectos optaron por paneles de yeso StoDeco, donde 144 piezas de juntas emparchadas crearon un efecto sin que no compite con las líneas del diseño. Con una mirada general, la fachada se manifiesta sutil y monocromática, recompensando con una trama de dibujos oculta a quienes fijan la mirada en ella más tiempo.
