Desde Nueva York, Álvaro Pineda
Zaha la hizo de nuevo y esta vez además, la hizo igual que siempre. Alguien en su oficina de Londres debe haber presionado Control K en algún computador y luego de algunos minutos de espera, enviado a fabricar por partes el nuevo pabellón que desde octubre se estacionó en Central Park de Nueva York. ¿De qué se trata todo esto? Zaha diseño un pabellón para la marca Chanel donde diferentes artistas visuales presumen intersectar la difícil ecuación de arquitectura, arte y fashion en el interior de este extraño crustáceo. Se trata de un paseo de media hora guiado por una sospechosa voz que nos susurra indicaciones desde un mp3, el cual llevamos todos los visitantes.
Este artefacto es proporcionado por las anfitrionas de Chanel en el acceso y los idiomas a elegir son tan variados como las curvas del pabellón. Delante mío una chica pide el idioma ruso, yo me quedo con el ingles ya que me habían advertido que la traductora al español era mala. La voz en el mp3, que me gustaría creer que es la misma voz de Zaha contando un cuento de terror, nos habla sobre las tentaciones, el misterio, las sensaciones y los deseos, a la vez que nos indica qué ver y qué mirar dentro de este recorrido, todo controlado y calculado para el libre flujo de los visitantes que entran uno a uno.