Por Roberto J. Stenieri, Arquitecto.
Vamos a reflexionar sobre la ineficiencia en edificaciones, comenzaremos preguntándonos ¿Por qué con el barril de petróleo llegando a USD 112, el calentamiento global y la contaminación ambiental creciente, se sigue construyendo de esta manera? Actualmente se considera ineficiente una edificación que consume mucha energía, agua, saneamiento y mantenimiento.
El automóvil es un ejemplo de belleza y eficiencia, su forma exterior se diseña de acuerdo a condiciones aerodinámicas y racionales, con motores cada vez más eficientes y hasta dobles, llegando entonces a estupendos ejemplos como la Ferrari, etc. Pero a nadie se le ocurriría diseñar automóviles o aviones atendiendo sólo a consideraciones estéticas, como vemos muchas veces en proyectos arquitectónicos los cuales son el resultado del deseo del cliente: “quiero una casa estilo xxxx” o de las preferencias formales del arquitecto , dando como resultado un proyecto “lindo” pero ineficiente. Son de plena vigencia las palabras de Adolf Loos : “ornamento es delito”. Si el arquitecto no quiere ser sólo un decorador de exteriores deberá asumir su responsabilidad para con la sociedad y el planeta.