Tejer no es solo una habilidad técnica, sino también una forma de diseñar experiencias materiales. Participar en el proceso de tejido nos permite estructurar, comunicar, reflexionar y conectar con nuestros diseños. Al experimentar con diferentes estructuras de tela, obtenemos información sobre cómo los materiales se comportan bajo tensión y compresión. Este alcance nos ayuda a empujar los límites de los textiles y sus limitaciones, dando como resultado diseños que estiran y prueban las propiedades de los materiales.