
La rotación, el desplazamiento y el entrelazado de bloques son algunas de las operaciones que permiten la diversidad de composiciones con el uso de ladrillos a la vista en la arquitectura. La conformación de estos elementos individuales, generalmente utilizados para la construcción de muros, se ha explorado de manera creativa para componer fachadas de edificios residenciales, que representan la identidad formal del edificio en sí y su relación con el contexto en el que se emplaza.