Anoche tuvimos el honor de asistir a la ceremonia del Pritzker Prize 2011 en Washington D.C., donde el arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura recibió esta distinción.
Es la tercera vez que estamos presentes en esta ceremonia (el 2009 en Buenos Aires, y el 2010 en Nueva York) y fue una velada muy especial, no solo por la presencia de destacados arquitectos, pero también por el discurso que dió el presidente de EEUU Barack Obama.
Obama, quien es cercano a la familia Pritzker, dió un corto pero interesante discurso a Souto de Moura y los arquitectos presentes. La relación de Obama con la arquitectura es ya conocida, ya que ha declarado publicamente que durante su juventud quería ser un arquitecto, pero “esperaba ser más creativo de lo que resulté ser, así que tuve que ser político”.
Vale la pena mencionar que Obama se refirió al premio como el Nobel de la Arquitectura, una comparación usual que pone en contexto la importancia del Premio Pritzker.
Luego de varias referencias a la arquitectura, su ciudad natal Chicago, Mies (su cuartel durante su campaña presidencial estaba en un edificio de Mies), Louis Sullivan, Frank Lloyd Wright y Thomas Jefferson, mencionó que la arquitectura es “crear edificios y espacios que nos inspiran, que nos ayudan a hacer nuestro trabajo, nos reúne, y se vuelven, en su mejor caso, obra de arte en las que podemos movernos y vivir. Y finalmente, es por esto que la arquitectura es considerada una de las expresiones artísticas más democráticas“.
Sobre la obra de Souto de Moura se refirió a ella como “no forzada y bella”, en referencia a su simpleza, destacado al estadio de Braga como un edificio democrático ya que permite que los partidos no solo sean presenciado por los asistentes al estadio, sino que por quienes estén en su exterior.
Luego del discurso de Obama y de Lord Palumbo (chairman del jurado) Eduardo Souto de Moura acepto su premio en con un discurso que me ayudó a entender de mejor manera la arquitectura Portuguesa contemporánea. Su obra se desarrollo luego de la revolución del 74, luego de la cual se necesitaba proveer de vivienda a millones de ciudadanos. En esa época el post modernismo estaba entrando fuerte al país, pero arcos y columnas no eran la manera de enfrentar ese problema, lo que dió origen a un modernismo tardío que vemos presente con fuerza en su obra, y que en mi opinión es el legado para las nuevas generaciones de arquitectos Portugueses.