Es de público conocimiento que los ya seis años de la crisis económica en España -caracterizados por las exigencias de la troika europea, el estallido del 15M, el actual desfile de los casos de corrupción, la reciente sucesión monárquica, el desgaste político del bipartidismo, la masiva emigración profesional y la política de desahucios (desalojos) habitacionales- son en gran parte consecuencia de la crisis del ladrillo, el crecimiento económico de España a base de la especulación inmobiliaria y financiera, un espejismo de desarrollo.
El descalabro ha dejado -y sigue dejando- una huella urbana importante en las ciudades españolas y en ese contexto, el colectivo Basurama aprovechó el reciente festival Arquinset 2014 para comenzar, junto a diferentes grupos locales, a desarrollar una base pública de datos de cadáveres inmobiliarios en España, un verdadero obituario urbano de la especulación financiera.
Después del salto, conoce más sobre los primeros pasos de esta iniciativa colectiva, pública y abierta.