
“Un espacio auténticamente colectivo abierto al uso, al disfrute, al estímulo, a la sorpresa: a la actividad. A la indeterminación de lo dinámico, del intercambio entre escenarios activos y paseantes – usuarios – actores activadores. […] Un espacio de nuevos paisajes - o paisaje de paisajes – para la interacción y la apropiación”.
Citando al diccionario Metapolis, se declara este concurso con una premisa que enaltece las posibilidades infinitas del espacio público. Libertad que añoramos. Así, el reto a resolver establece claramente la necesidad e importancia de la creación de espacios públicos de calidad. Considerando que muchas ciudades peruanas están sujetas al desarrollo informal y al desorden urbano, bajo el prejuicio de la ciudad únicamente como un objeto de valor comercial; la alameda que propone la ciudad de Jauja es una oportunidad para demostrar el bienestar que producen los espacios para la vida cotidiana, adecuados, sobrios y bien diseñados.