La antigua civilización romana sería la primera en plantear un teatro cuyo telón de fondo fuera la misma ciudad, considerando a la ciudad y su arquitectura como una permanente puesta en escena, en la cual se desarrollarían las representaciones ficticias de la realidad.
En la actualidad el cine ha tomado la misma postura del teatro romano, en el cual se pueden percibir a las ciudades y su arquitectura en cualquier realización cinematográfica, tomando el papel de una constante y extensa escenografía que en algunas ocasiones llega a formar parte de la narrativa de la filmografía. Lo que muchos consideran solo el telón de fondo de una historia, se convierte en parte esencial de lo que la fantasía quiere contar, ya que se espacializa la ficción dentro de una realidad, buscando que el espectador pueda relacionarse con la historia. - Lamizet, 2010 -