Los puntales de obra que sostienen las formaletas para fundir concreto han servido para estructurar una capilla temporal en Bogotá. Estos elementos dedicados típicamente a procesos constructivos, junto con tejas de zinc y cerchas estructurales a la vista estructuran la habitabilidad del proyecto con la posibilidad de ser itinerante o simplemente ser desmontado, permitiendo que sus piezas sigan siendo útiles.
Conozcan la obra que surgió de la colaboración entre la SCA y Colab-19 para atender el deseo de creyentes de Bogotá para celebrar la pascua.
Después de más de un año de experimentar a escala mundial el home office, todavía no hemos encontrado la fórmula perfecta para que los y las trabajadoras puedan regresar a sus espacios laborales. La situación con el trabajo desde casa (WFH), es que no sólo ha durado más de lo previsto, sino que se ha introducido rotundamente en nuestras vidas y cambiará para siempre, sin dudas, la forma en que trabajaremos en el futuro. Ahora que las vacunas empiezan a distribuirse, los líderes de todo tipo de organizaciones deben empezar a pensar seriamente cómo van a manejar el regreso de sus empleados a las oficinas físicas.
La religión es una realidad exclusivamente humana como son las ciudades. A medida que salimos de nuestras espacios de confinamiento, las ciudades silenciosas y los lugares de culto volverán a ser humanos, frente al presente recuerdo de lo que alguna vez fueron.
Nos recuperaremos de otra realidad humana: la pandemia y cuando lo hagamos nos veremos obligados a abordar algunas interrogantes. Antes de este siglo, el automóvil era visto como la forma en que los estadounidenses podían crear una nueva realidad: una enorme clase media que podía controlar su vida utilizando la libertad que les daban los automóviles para ir a donde quisieran, cuando quisieran y para vivir donde quisieran. Antes del confinamiento, esa visión de lo que significaban los automóviles para nuestra cultura estaba cambiando, específicamente en las ciudades.
La pandemia del coronavirus no tardó en inspirar tanto soluciones de diseño arquitectónico de vanguardia como una amplia especulación sobre futuros desarrollos en este campo. Muchas de las innovaciones realizadas han sido contratadas o comercializadas por el sector inmobiliario. Sin embargo, mientras las empresas compiten por ofrecer comodidades contra la pandemia a los arrendatarios más adinerados, la tecnología COVID-19 que afecta directamente a las comunidades de la clase trabajadora se limita en su mayor parte a medidas restrictivas que no abordan los peligros para la salud residencial o a comodidades administrativas para las inmobiliarias que les permiten eludir el escrutinio público. Estos cambios estaban previstos desde hace tiempo, pero hoy han encontrado una nueva licencia bajo el pretexto de precaución contra el coronavirus. En relación a los "negociados o estafas debido al covid", este tipo de cosas representa lo peor.
Cuando nos vimos en la obligación de estar en confinamiento en casa debido a la política de cuarentena auto infligida de la pandemia global por el COVID-19, probablemente se pasó una gran cantidad de tiempo mirando por la ventana. A veces, cuando estamos con cansancio por el trabajo y la vida cotidianos, solo deseamos tener una escapada rápida a los océanos y los bosques, en algún lugar cercano al verde natural.
ONU-Hábitat o la agencia de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos y el desarrollo urbano sostenible, cuyo enfoque principal es hacer frente a los desafíos de la rápida urbanización, ha estado desarrollando enfoques innovadores en el campo del diseño urbano, centrados en la participación activa de la comunidad. ArchDaily se ha asociado con ONU-Habitat para ofrecerle noticias, artículos y entrevistas semanales que destacan este trabajo, con contenido directamente de la fuente, desarrollado por nuestros editores.
"Durante esta pandemia, los espacios públicos han desempeñado un papel vital en la salud y la sostenibilidad de las comunidades urbanas de todo el mundo", afirma James Delaney, presidente de Block by Block. De hecho, la gente necesita salir, ahora más que nunca. Con el fin de equipar estos espacios públicos para enfrentar los desafíos de Covid-19, ONU-Habitat con Block by Block Foundation ha estado apoyando a diez ciudades, a lo largo de este último año. Con la ayuda de los gobiernos locales y la comunidad, las iniciativas ayudaron a entidades urbanas abiertas a prueba de covid, especialmente en los barrios pobres, donde hay pocos espacios verdes y compartidos. Desde la creación de áreas de juego móviles para niños en Hanoi (Vietnam), la mejora de los medios de subsistencia de los vendedores ambulantes de Dhaka y Khulna (Bangladesh) hasta el acondicionamiento de los espacios públicos en los asentamientos informales de Bhopal (India), estas respuestas han proporcionado ayuda a quienes más la necesitan.
El acceso al arte público es un privilegio cultural innato para los neoyorquinos. Repartido por los cuatro rincones de la ciudad, el arte público es una parte integral del paisaje urbano de la ciudad de Nueva York, ocupando parques, plazas, callejones y terrazas abiertas a cientos de metros sobre el suelo. Si bien las instalaciones de arte público más famosas y celebradas ya están arraigadas en la textura urbana de la ciudad, como 'Love' de Robert Indiana en la Sexta Avenida o 'Gay Liberation' de George Segal junto al Monumento Nacional Stonewall, no podemos olvidar esas "obras de arte" que adquieren un carácter más efímero.
Las instalaciones de arte público tienen el poder de suscitar las más diversas reacciones, con una historia de interpretaciones polarizadas que, en ciertos casos, terminaron en juicios y acciones públicas.
https://www.archdaily.co/co/957006/como-ha-cambiado-la-pandemia-la-forma-de-vivir-el-arte-en-los-espacios-publicosOsman Can Yerebakan
Marcados por la pandemia, ¿Cómo abordar una problemática tan compleja como el correcto funcionamiento de los mercados de abastos y el comercio ambulatorio? Todos sabemos que necesitamos, de alguna manera, reinventarlos.
El año 2020 trajo consigo un torbellino de desafíos que pusieron bajo control muchos aspectos de la vida cotidiana. Marcados por la pandemia, todos necesitamos, de alguna manera, reinventarnos para resistir este momento único. Con la ciudad, no fue diferente. Covid-19, así como otras enfermedades infecciosas (como la peste negra y la gripe española, entre otras) abrieron la relación entre su proliferación y urbanización. Un análisis fácil de realizar cuando los datos muestran que la propagación del virus ha sido mucho mayor en los grandes centros urbanos.
En este sentido, la crisis de salud ha suscitado discusiones sobre el modelo de urbanización al que están sometidas nuestras ciudades, un modelo de aglomeraciones dispersas que prioriza la movilidad a través de los vehículos de motor. Wilson Ribeiro dos Santos, profesor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la PUC-Campinas –en un artículo elaborado en alianza con Sidney Piocchi Bernardini y Gabriela Celani– afirma que este modelo de urbanización en el que el comercio y los servicios se concentran en el centro de la ciudad, mientras que en la periferia se ubican áreas estrictamente residenciales y condominios cerrados, es por eso que se terminó acelerando la propagación del virus, ya que personas de todos los puntos de la ciudad necesitan viajar diariamente al mismo lugar, donde trabajan, estudian, van al médico, etc.
Es un hecho que la pandemia de COVID‑19 ha tenido un alto impacto en los grandes y pequeños proyectos de construcción durante los últimos 10 meses. Entonces, ¿qué pasa con la construcción de nuevos edificios que comparten la característica definitoria de ser superlativamente altos?
Como se detalla en un informe anual publicado a principios de este mes por el Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH), con sede en Chicago, los rascacielos recién terminados experimentaron una disminución global del 20% en 2020 en comparación con el año anterior debido, tanto directa como indirectamente, a la crisis del COVID-19.
Desde que existen las ciudades, ha surgido una pregunta fundamental para su futuro: "¿Qué hace que las áreas urbanas sean deseables?" Más de la mitad de los habitantes del mundo viven en ciudades y se prevé que ese número aumente durante la próxima década, con más de 5 mil millones de personas viviendo en núcleos urbanos a nivel mundial. Para prepararse para esta demanda, las ciudades están encontrando formas de ser más deseables y de atraer talento tanto a las grandes como a las pequeñas empresas, al tiempo que encuentran más formas de crear oportunidades de vida equitativas para todos.
Ahora que entramos en 2021 después de un año de ansiedad e incertidumbre, ¿cuáles son sus expectativas para nuestro futuro? La encuesta de la ONU75 informa que la mayoría de las personas en todo el mundo tienen un mayor optimismo para el futuro: “A nivel mundial, muchos más encuestados creen que la gente estará mejor en 2045 que hoy (49%) en comparación con aquellos que creen que la gente estará peor (32%) ). "
La realidad de las grandes ciudades, como lo es la Ciudad de México, es que se compone en su gran parte de personas de diversos estados del país y de diversos países del mundo. Sin embargo, debido a la situación de la pandemia y a la nueva era del trabajo remoto lo que despertó radicalmente el interés por volver a las provincias y costas en donde existe menos población, hacinamiento y aparentemente, menos restricciones sanitarias en comparación las grandes ciudades que albergan los grandes aeropuertos.
Los suburbios estadounidenses -como los conocemos hoy- están cambiando y, aunque esta transformación lleva ya algún tiempo en marcha, su situación se ha visto exacerbadamente afectada por la pandemia actual. En una situación en que nos hemos visto obligados a pasar más tiempo en nuestros hogares, naturalmente hemos reevaluado nuestras prioridades y cuestionado nuestra forma de vida actual.
Como consecuencia de ello, gran parte de los habitantes de las grandes ciudades de Estados Unidos, que históricamente se ha concentrado en las zonas urbanas, se está desplazando hacia el interior de una forma aparentemente definitiva. De tal manera, nos enfrentamos a un fenómeno reciente de vaciamiento de los principales centros del país, con la población urbana abandonando las ciudades en busca de mejores condiciones de vida, en este caso, más espacio, privacidad y tranquilidad.
Una nueva película de OMA / Reinier de Graaf titulada “El Hospital del Futuro” ha sido estrenada como parte de la exposición Doce fábulas urbanas en el Centro Matadero Madrid de Creación Contemporánea. Apodado como un “manifiesto visual”, el cortometraje de 12 minutos cuestiona las convenciones de larga data en el campo de la arquitectura sanitaria en términos de la metodología detrás de cómo se construyen los hospitales y también por qué se construyen de determinadas formas. A través de una exploración del papel que la enfermedad ha desempeñado en la configuración de las ciudades, la película ofrece una perspectiva del futuro de lo que podríamos esperar del diseño de la atención médica, especialmente a medida que salimos de la pandemia de COVID-19.
En las películas distópicas, es común que el cielo esté rodeado por una espesa niebla, bloqueando los rayos del sol y creando una atmósfera oscura. Ya sea en los episodios de Blade Runner o Black Mirror, la falta de sol representa un futuro que no nos gustaría vivir. El sol proporciona calor al planeta Tierra y es una gran fuente de energía luminosa, fundamental para la supervivencia de muchos seres vivos. Podemos generar electricidad a partir del sol y hasta el momento aprovechamos solo una fracción de lo que nos puede proporcionar. La luz solar también regula nuestro ciclo circadiano, afectando nuestra energía y nuestro estado de ánimo. Pero los recientes incendios forestales y la contaminación industrial en algunas ciudades ya han hecho que estos escenarios sean mucho más comunes, privando del sol a una buena parte de sus habitantes. Mientras vivimos una trama que pocos autores de ciencia ficción podrían haber predicho, con la pandemia del Covid-19 han surgido tecnologías y diferentes soluciones para intentar contener la propagación de estos enemigos invisibles. ¿Puede el sol, o específicamente la radiación ultravioleta, matar virus y bacterias? ¿Y es efectivo para enfrentar el Coronavirus?
Cada diciembre, por doquier se ve y oye el mensaje que dice “Todo ha cambiado”. Pero este año es cierto. Las inminentes vacunas pueden traer de vuelta el contacto humano, pero el año del Coronavirus nos ha cambiado.
Creo que 2020 terminó el siglo XX en arquitectura. La arquitectura nunca lidera en períodos cruciales. El modernismo nació de un mundo occidental que abandonó las monarquías y se sumergió en la Revolución Industrial: no causó ninguna de las dos.