Conocido como uno de los sistemas de transporte subterráneo más grandes del mundo, el Metro de Moscú ha sido construido con materiales que uno suele asociar con palacios y museos. Estamos hablando de mármol, muros de granito, columnas de bronce y lámparas de lágrimas, todos bajo las calles de la capital de Rusia.
A pesar de su renombre, el gobierno de Moscú no suele permitir a los fotógrafos profesionales capturan la belleza de las estaciones. Sin embargo, en 2014 el fotógrafo David Burdney tuvo la oportunidad. Burdney pudo registrar con su cámara las estaciones completamente vacías, luego que las puertas hayan cerrado para la atención de público.