Ayer 7 de septiembre, se inauguró la muestra "Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño" en el Centro Cultural La Moneda de Santiago, enmarcándose en las actividades de conmemoración de los 50 años del golpe de Estado civil-militar de Chile. Se trata de una exposición sobre el diseño gráfico e industrial realizado durante el gobierno del presidente Salvador Allende, reuniendo más de 350 piezas originales y reconstruyendo integralmente la sala de operaciones Cybersyn. La muestra permanecerá hasta el 28 de enero de 2024.
Producida en conjunto por la Pontificia Universidad Católica de Chile, el Massachusetts Institute of Technology y el CCLM, con la colaboración del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y Goethe-Institut Chile, cuenta con la curaduría del diseñador Hugo Palmarola y el arquitecto Pedro Ignacio Alonso, ambos reconocidos por obtener el León de Plata por el Monoloith ControversiesdelPabellón de Chile en la Bienal de Arquitectura de Venecia 2014. Al mismo tiempo, también participa la reconocida historiadora de ciencia colombiana Eden Medina del MIT.
India alberga una multitud de museos, galerías de arte, bibliotecas públicas, teatros y centros patrimoniales. Sin embargo, muchas de estas estructuras permanecen abandonadas y fosilizadas como los artefactos que pretenden presentar y proteger. El desarrollo de la infraestructura cultural en la India ha sido históricamente un esfuerzo del gobierno, resultando a menudo en un estado de estancamiento. Las últimas dos décadas han visto un cambio notable en el panorama cultural del país. El aumento del interés de las instituciones privadas ha abierto el camino para que se inicien muchos proyectos culturales, generalmente en asociación con las autoridades de la ciudad. Estos proyectos contemporáneos tienen como objetivo celebrar la riqueza de la cultura histórica y contemporánea de la India, convirtiéndose en destinos destacados para la creciente clase media.
Este 20 de febrero se celebra una nueva edición del Día Mundial de la Justicia Social. El tema, "Superar barreras y desbloquear oportunidades", es una perfecta ocasión para reflexionar sobre la importancia de la equidad en todas las áreas de la sociedad - y especialmente desde la arquitectura y el urbanismo. Y sí: tienen tanto un rol fundamental en la construcción de ciudades accesibles como son herramientas importantes para abordar los desafíos de la desigualdad económica y la exclusión social.
EUROPARC, un colectivo de diseño paneuropeo, ha sido anunciado como los ganadores del concurso internacional para renovar el edificio Paul Henri SPAAK en Bruselas, Bélgica. El edificio que alberga el Parlamento de la Unión Europea tiene muchas deficiencias, pero los ganadores del concurso reconocen que demolerlo y reemplazarlo podría no ser una solución responsable o sostenible. Por lo tanto, el edificio existente será reinventado y adaptado para responder a las necesidades y la identidad de la UE. EUROPARC está formado por cinco estudios de arquitectura de cinco países europeos: JDS Architects (DK/BE), Coldefy (FR), CRA-Carlo Ratti Associati (IT), NL Architects (NL) y Ensamble Studio (SP), con el apoyo de empresas de ingeniería de UTIL (BE) y Ramboll (DK).
La Bienal de FRAC 2022, que tiene lugar en la Región Centre-Val De Loire, Francia, exhibe el trabajo de 55 mujeres, llevando a cabo su tercera edición titulada “Infinite Freedom, A World for a Feminist Democracy” (Libertad infinita, un mundo para una democracia feminista). La feria exhibe piezas del Centro Pompidou y la colección Cité de l'architecture et du Patrimoine, además de traer invitados especiales como la arquitecta Anna Heringer o la periodista y directora Rokhaya Diallo. Desde septiembre de 2022 hasta el 1 de enero de 2023, mujeres artistas, arquitectas y políticas se reunirán para discutir y crear una nueva definición de democracia inclusiva y plural para la ciudad, la arquitectura, el diseño y el arte.
La vivienda cooperativa o covivienda es un modelo habitacional que permite impulsar el acceso a la vivienda en las ciudades. Este modelo comenzó a desarrollarse en países como Dinamarca o Uruguay y es cada vez más popular en Europa. Tal es así que, hace ya algunos años, llegó a Barcelona y desde entonces no ha parado de expandirse por la región, traspasando los límites de la Ciudad Condal. A continuación, explicaremos en qué consiste el modelo de covivienda en Barcelona y cómo aporta a una arquitectura más democrática para los ciudadanos.
Laboqueria es un estudio de arquitectura en Barcelona que evidencia la experiencia de múltiples colaboraciones locales e internacionales. Esta perspectiva global, multidisciplinar y participativa, aseguran les permite tener una visión hacia la arquitectura renovada y diferente.
Con foco en los aspectos sociales, económicos y medioambientales, buscan abordar sus proyectos de forma integral acercando a las distintas personas involucradas en el proceso. Entre sus obras, se encuentran el edificio de viviendas La Balma realizado junto a la cooperativa de arquitectos Lacol; la Reforma d’un local junto a Marta Peinado Alós; y la Casa Ca's Bouer junto a Jordi Queralt.
ArchDaily, interesado en los procesos colaborativos y participativos a través del tema Democratizar el Diseño, realizó una entrevista con Laboqueria para conocer sus principales inspiraciones, desafíos y visiones.
La co-producción tiene la capacidad de potenciar procesos y actores, así como de aproximarse a espacios y sistemas que han sido invisibilizados tradicionalmente en las políticas públicas de la ciudad, y en las agendas arquitectónicas convencionales. En una coyuntura de inseguridad alimentaria, así como de pandemia y pospandemia, el proyecto ‘KNOW - Conocimiento en acción para la igualdad urbana’, a través de una metodología participativa y un trabajo de articulación horizontal entre actores, busca consolidar la generación de una red de cuidados que supere las brechas multidimensionales más allá de la inseguridad alimentaria. Se trabajaron dos proyectos piloto en el distrito de San Juan de Lurigancho, las zonas de trabajo fueron identificadas a raíz de las carencias infraestructurales para el desarrollo de las ollas comunes, situación que se repite en otros barrios periféricos en Lima.
https://www.archdaily.co/co/984734/conocimiento-en-accion-para-la-igualdad-urbana-practicas-comunitarias-para-la-seguridad-alimentaria-en-san-juan-de-luriganchoBelen Desmaison, Lia Elier y Diego Vivas
La segregación residencial en la India urbana proviene del antiguo sistema de castas que divide a la sociedad en grupos jerárquicos. Los entornos construidos son un reflejo del orden social y los ideales dinámicos de la sociedad. Los barrios y las ciudades son reliquias culturales formadas por diversas comunidades, algunas con más voz que otras. En las últimas décadas, las metrópolis indias han crecido con la urbanización. La segregación residencial que estandariza las ciudades de la India puede entenderse a través del sistema de castas. El problema, sin embargo, es en gran medida interseccional. Las fuerzas arraigadas en la clase, la religión y el género también dan forma al panorama social del país.
Muchos coincidimos con Roman Mars de 99% Invisible cuando dice que "tendemos a no notar las cosas bien diseñadas" - pero muchos también coincidimos con que el diseño suele ser considerado solo para algunos. Por eso debemos preguntarnos qué es lo verdaderamente democrático aquí en el asunto del diseño - y de ahí podemos ayudar a definir y aportar nuestra visión hacia una sociedad más justa.
Desde la perspectiva del diseño y la arquitectura, podemos mirar la democratización en el diseño desde diferentes ángulos. Debatiendo cómo incluir diseños para la necesidad diaria hasta cómo diseñar de manera inclusiva. En la base de todo esto se encuentra: buscar respuestas para mejorar la accesibilidad y habitabilidad en nuestras vidas.
Entonces, ¿es posible que el diseño sea para todos? Y si es así, ¿Cómo lo logramos? Les preguntamos a ustedes, nuestros lectores, a través de una convocatoria abierta y luego de leer una inmensa cantidad de comentarios recibidos, tanto de profesionales de la construcción, como de estudiantes e interesados en la arquitectura, fue una sorpresa encontrar coincidencias en torno a que no solamente todos vivimos el diseño directa o indirectamente sino que lo necesitamos para romper estereotipos y paradigmas. Lee algunos de los comentarios, a continuación.
"La arquitectura no cambia nada. Siempre está del lado de los más ricos". Con estas palabras, Oscar Niemeyer se refirió a la arquitectura como un privilegio destinado principalmente a la clase alta - una afirmación que históricamente ha demostrado ser cierta, aunque algunos quisieran negarlo. Hoy en día, solo el 2% de todas las casas del mundo fueron diseñadas por arquitectos. Esto se debe en gran parte al hecho de que, para el consumidor promedio, las casas diseñadas por arquitectos continúan siendo percibidas como productos caros e inalcanzables disponibles solo para unos pocos elegidos; un lujo que muchos no pueden permitirse, especialmente a medida que aumentan los precios de la vivienda. En última instancia, esto hace que el buen diseño sea inaccesible para ciertos segmentos, obligándolos a conformarse con condiciones de vida precarias en espacios estandarizados que no tienen en cuenta sus necesidades (es decir, si siquiera tienen acceso a la vivienda).
Como catalizadores de la democratización, los espacios educativos tienen un papel fundamental en la formación de personas y comunidades. Estos sitios, donde los estudiantes invierten una cantidad importante de tiempo en el desarrollo de capacidades, habilidades y competencias, son más que un telón de fondo para la promoción de un derecho fundamental, son elementos clave para brindar equidad de oportunidades para todos.
Las instalaciones comunes abiertas como patios, jardines y auditorios son excelentes ejemplos de cómo los espacios pueden alentar a los estudiantes, maestros, padres y miembros de la comunidad a aprender unos de otros en un diálogo activo. La flexibilidad y la accesibilidad también son puntos clave para promover la democratización tanto del diseño como de la educación, como se ve por ejemplo en programas que van más allá del horario escolar y animan a las comunidades a involucrarse.
La arquitectura ha sido durante mucho tiempo una profesión en el apartheid estético. La estética favorita de la profesión, el Modernismo, ha relegado a todos los demás "estilos" a una insignificancia marginada en los elogios, la enseñanza y la publicación. La última generación ha visto a aquellos que siguen una estética considerada "tradicional" crear un sistema completamente separado de escuelas, premios y publicaciones.
La responsabilidad social y el deseo de mejorar la sociedad han estado influenciados durante mucho tiempo por el entorno construido. Mirando los centros de las ciudades, la arquitectura ha contribuido a la mejora del tejido urbano, ya sea a través de estrategias de planificación y zonificación, integración de espacios públicos o pequeñas intervenciones. En algunos casos, sin embargo, estas intervenciones se utilizan en realidad como herramientas para mantener a las personas sin hogar fuera de las calles, disfrazadas de arte o proyectos conceptuales. Varias políticas públicas urbanas han prohibido implícitamente a las personas sin hogar y otros grupos sociales marginados en los centros de las ciudades, alegando que su presencia y uso "irregular" del espacio público podría comprometer la reputación, la seguridad y la comodidad de la ciudad.
Muchos coincidimos que el diseño todavía suele ser considerado solo para algunos. Por eso debemos preguntarnos qué es lo verdaderamente democrático aquí en el asunto del diseño - y desde este lugar podemos ayudar a definir y aportar nuestra visión hacia una sociedad más justa. Desde la perspectiva de la arquitectura y el urbanismo, podemos mirar esta democratización desde diferentes ángulos, incluyendo a los ciudadanos en los procesos participativos ya que son los que mejor conocen sus necesidades diarias y proyectando de manera más inclusiva nuestras ciudades. En la base de todo esto se encuentra, buscar urgentemente respuestas para mejorar la habitabilidad y accesibilidad en las vidas de las personas.
Ya sea un pequeño balcón, el acceso a un espacio verde o un jardín privado, el espacio al aire libre se ha convertido en un privilegio para muchos, especialmente en los albores de la pandemia de Covid-19 y los múltiples períodos de confinamiento que siguieron. Los espacios verdes en la ciudad están constantemente bajo amenaza, particularmente porque los gobiernos buscan aumentar la densidad de viviendas para satisfacer la creciente demanda de desarrollo suburbano. Como resultado, el jardín y el acceso a los espacios verdes y al aire libre ha disminuido en los últimos tiempos, ya que las prioridades se encuentran en la vivienda y su producción en la mayor cantidad posible, a menudo sin tener en cuenta sus beneficios como el acceso a las áreas exteriores en los desarrollos residenciales.
En términos de calidad de vida, la falta de acceso a estos espacios presenta desigualdades evidentes, que se han descubierto durante los períodos de confinamiento y restricciones que demandó la pandemia. Las personas estaban confinadas en sus casas y espacios al aire libre locales, donde podían hacer ejercicio. Aquellos que tenían acceso a estos espacios públicos y tenían sus propios jardines o espacios exteriores tuvieron mucha suerte en el sentido de que pudieron disfrutar de un elemento del exterior. Mientras que los menos afortunados en pisos y áreas más ajustadas se enfrentaron a condiciones claustrofóbicas y desmoralizantes, contenidos dentro del caparazón de sus hogares.
¿Dónde nos formamos como sujetos de la democracia? ¿Dónde nos hacemos conscientes de lo individual y lo colectivo? ¿Dónde forjamos el carácter para convivir? son solo algunos de los interrogantes que, desde la cooperativa de arquitectura Coonvite, se buscan abordar con el desarrollo de esta instalación artística denominada Ágora. Reuniendo expresiones y opiniones alrededor de la democracia, Víctor Muñoz estuvo a cargo de la curaduría del proyecto, que se encuentra en exposición hasta el 31 de julio en el Centro de Artes de la Biblioteca EAFIT en Medellín, Colombia.
Bucaramanga está situada a 959 metros de altura sobre el nivel del mar, sobre una meseta de la Cordillera Oriental de Colombia. Está integrada por 17 comunas con 528.575 habitantes y su área metropolitana cuenta con más de 1.141.700 habitantes. En los últimos 30 años ha perdido sistemáticamente su espacio público debido al abandono, descuido, crecimiento urbano desmesurado y a la falta de implementación de acciones políticas coordinadas y de planeamiento que generen herramientas de comunicación directas entre los habitantes, técnicos de las instituciones públicas, académicos y representantes del sector privado.
El proyecto estratégico “Espacio público: la piel de la Democracia”, es un conjunto de iniciativas que fueron diseñadas por el equipo de gobierno de Bucaramanga —manifestado en el actual plan de desarrollo de la ciudad—, bajo la búsqueda de la reconfiguración y renovación de los espacios públicos municipales, iniciativa de la Alcaldía de Bucaramanga para el período 2016-2019.