La arquitectura, como profesión, es de naturaleza cíclica. La oferta de trabajo en este campo laboral sube y baja con las mareas de las condiciones económicas y se ve notablemente afectada en tiempos de recesión. Todos hemos escuchado historias o hemos pasado por eso. Ya sea la Gran Crisis de 2008 o, más recientemente, los recortes realizados a las firmas de arquitectos durante la incertidumbre de la pandemia de COVID-19, cuando los proyectos quedaron en suspenso y las nuevas oportunidades comerciales disminuyeron de la noche a la mañana. Ahora, dos años después, las empresas siguen de cerca los problemas de la cadena de suministro global y las crecientes tasas de inflación, especialmente con la creciente presión para satisfacer las necesidades de una población urbana en crecimiento. ¿Será la arquitectura a prueba de recesión cuando entremos en un mercado bajista?
Economics: Las más recientes noticias y obras de arquitectura
¿Cómo afecta la inflación global a los arquitectos?
¿Cuáles son las megatendencias que están reformulando la arquitectura y la construcción?
Antes de la pandemia, el mundo ya se enfrentaba a una serie de transformaciones globales en el campo de la construcción, donde los países emergentes estaban a la vanguardia de un poderoso cambio económico. Ya que se espera que la población mundial alcance el hito de los 10 mil millones antes de 2100, el sector de la construcción debería poder comprender y adaptarse a las megatendencias que están reformulando el planeta.
¿Odias la arquitectura contemporánea? Culpa a la economía, no a los arquitectos
Este artículo fue publicado originalmente por Common Edge como "La política de la arquitectura no es una cuestión de gusto".
Recientemente, Current Affairs publicó un ensayo de Brianna Rennix y Nathan J. Robinson titulado "Por qué odias la arquitectura contemporánea: y si no lo haces, por qué deberías hacerlo". La pieza, escrita en un pseudo-divertido léxico de Internet donde todos los objetos de la crítica son "basura", está tan cargada de ironía, el más pobre de los sustitutos del análisis, que es difícil discernir un argumento central. Aún así, me gustaría cuestionar la premisa central de la pieza: que lo que los autores denominan "arquitectura contemporánea" es feo y opresivo, y que el hecho de que les guste no está lejos de lo inmoral.
¿Quieres entender el funcionamiento interno de la ciudad iPhone de China?
El New York Times publicó un artículo en profundidad titulado ‘How China Built iPhone City With Billions in Perks for Apple’s Partners’ (Cómo China construyó la ciudad del iPhone con millones de beneficios para los socios de Apple), revelando un tesoro de beneficios públicos para la fábrica de iPhone más grande del mundo en Zhengzhou, China.
En una ciudad de seis millones de habitantes de una región empobrecida de China, el gobierno local ha contribuido con 1.500 mil millones de dólares a Foxconn, el proveedor de iPhones de Apple. El dinero se utiliza, en parte, para mejorar la infraestructura local, reducir los costos de exportación de Foxconn y construir viviendas para los 350.000 empleados de la fábrica (cinco veces el número de personas empleadas directamente por Apple en Estados Unidos).
'Permanentemente inconclusa': la evolución de la arquitectura en las Islas Galápagos
La mayoría de las personas que visitan las Islas Galápagos apuntan sus cámaras hacia los animales exóticos y se alejan de la gente local. Dirigen toda su atención al paisaje natural, como si negaran intencionalmente la existencia del espacio urbano de la ciudad, ya que la presencia de cualquier forma arquitectónica parece generar un conflicto lógico con la identidad de las islas como una reserva natural protegida.
La arquitectura de Galápagos es a la vez una contradicción conceptual y física. Como una broma piranesiana, la tipología de la proto-ruina en San Cristóbal se encuentra en algún lugar entre la construcción y el desmantelamiento. Con su estado de construcción 'permanentemente inconclusa' y aparentemente en proceso, no está claro si muchos de estos edificios muestran un optimismo común hacia la expansión vertical o son, en cambio, síntomas de un proceso de decadencia urbana.