Los espacios domésticos desordenados pueden ser mentalmente agotadores, lo que hace imposible relajarse en ellos. Como dice el refrán "espacio ordenado, mente ordenada", los ambientes domésticos donde prevalecen las líneas limpias –ya sea con un estilo de vida minimalista, organización o sistemas de almacenamiento retráctiles bien organizados– promueven una mentalidad más meditativa. Quizás, sin embargo, la satanización de este desorden crea espacios sin carácter que pueden resultar un poco aburridos.
Sin embargo, el llamado "desorden" aún puede provocar alegría cuando se presenta una oportunidad. Es posible crear elementos decorativos, texturas y, lo más importante, superficies personalizadas, a través de espacios abiertos de almacenaje como estanterías, percheros o armarios sin puertas. Puede almacenar valiosos recuerdos, historias, logros, equipos inspiradores o elementos funcionales.