El incremento de la automatización (procesos mecanizados) dentro de las etapas de materialización arquitectónica, ha visto una notable aceleración en los últimos tiempos gracias a la aparición y desarrollo de las herramientas de fabricación digital. Estas herramientas, como pueden ser las impresoras 3d, los robots de montaje o las cortadoras láser, han habilitado el perfeccionamiento de las secuencias constructivas, aportando notables ventajas relacionadas a la optimización de los recursos, el aumento de la precisión y el incremento del control.
En el caso específico de la madera, las herramientas de fabricación digital más frecuentemente utilizadas son las llamadas máquinas fresadoras o routers CNC (siglas referidas a control numérico por computadora). Estas herramientas permiten interpretar dibujos vectoriales 2D o incluso modelos 3D, convirtiéndolos en códigos de coordenadas que organizan el accionar de la herramienta. De esta manera, las fresadoras o enrutadores CNC permiten, a partir de archivos digitales (que pueden realizarse en softwares de diseño ampliamente conocidos como AutoCad), cortar las maderas de forma rápida y sencilla, quedando las piezas listas para ser montadas y unidas en obra.