Desde el inicio de la pandemia, la pedagoga Camila Regina y el cartógrafo Henrique Lima notaron un aumento significativo de cometas en los cielos periféricos de Río de Janeiro. Los rombos y deltoides de papel de colores son guiados por las manos de niños y adultos que no pueden salir de casa, pero que pueden subirse a sus azoteas para volar una cometa.
Inspirados por esta toma del cielo y por sus propias historias con la cometa, fundaron Pipasgrafias, un proyecto multimedia sobre el juego. Reportajes en video, texto e ilustraciones –además de un mapa interactivo– componen un retrato de lo que es volar una cometa en las diferentes periferias de Río.