El año pasado, una noticia conmovió a la comunidad arquitectónica mundial: las cenizas del arquitecto mexicano Luis Barragán se habían convertido en un diamante y ofrecido a Federica Zanco, directora de Barragan Foundation, quien resguarda en Basilea, Suiza el archivo de la obra del único Premio Pritzker mexicano.
Cuenta la leyenda que hace más de veinte años Zanco, en lugar de un anillo, recibió el archivo de Barragán como propuesta de matrimonio de su entonces-novio Rolf Fehlbaum, director de la fábrica de muebles Vitra. Desde entonces, se les ha negado acceso al archivo a arquitectos, estudiantes, historiadores y trabajadores de museos. Y aunque Zanco explica que el acceso está restringido debido a que está preparando un catálogo de la obra, han pasado más de dos décadas y aún no lo presenta, ocasionando que muchos duden de la veracidad de su motivo.