Más allá de lo construido, lo objetivo, las ciudades son una suma de imágenes, vivencias, colores, luces, atmósferas, situaciones, personas, olores, sabores; cada persona percibe su ciudad según su experiencia personal y subjetiva. ¿Cómo es entonces la Roma de Fellini?
Esta semana, Cine y Arquitectura vuelve con la película "Roma" (1972), del reconocido director italiano Federico Fellini. También conocida como "La Roma de Fellini", es una cinta semi-autobiográfica que se mueve entre la comedia, la nostalgia, la sátira y el drama, relantando la juventud del director a partir de su llegada a la estación de Termini, poco antes de la Segunda Guerra Mundial.
Sin una trama definida o fácilmente comprensible, la película es un retrato enérgico de Roma y su carga histórica, el caos de la concentración excesiva de obras de arte, excavaciones y ruinas. La cinta se presenta como una suma de historias, realidades, fantasías, sueños, recuerdos... la ciudad mostrada a través de retazos que aparecen sin transiciones y que expresan la visión personal que Fellini tenía de la Ciudad Eterna, derribando sus mitos imperiales y adelantándose a su futuro.
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