Tras nueve años de investigación y desarrollo, un equipo de la Universidad Técnica de Delft (TU Delft) presentó los avances de un prototipo de concreto que se repara a sí mismo (Self-healing Concrete), gracias a la adición de bacterias en su formulación, las que podrían "picar" ingredientes presentes en la mezcla para reparar progresivamente pequeñas grietas y agujeros.
La fórmula desarrollada por la TU Delft va más allá de reparar desperfectos meramente estéticos, pues si estas grietas crecen, permiten el paso del agua corroyendo el acero reforzado y no sólo comprometen las cualidades mecánicas de la estructura, sino también fuerzan a que los ingenieros exijan mayores cantidades de acero reforzado en sus cálculos, aumentando los costos finales de producción.
"Creo que éste es un muy buen ejemplo de cómo unir la naturaleza y la construcción en un nuevo concepto", explicó a CNN el profesor e investigador del TU Delft, Henk Jonkers.
Conoce cómo funciona, después del salto.