Cada vez hay una mayor conciencia sobre la importancia de desarrollar infraestructura para peatones. Estas estructuras mejoran la calidad de las ciudades al conectar espacios y reducir distancias. Su uso beneficia tanto a los peatones como a los miles de ciclistas que buscan un método de transporte más sostenible.
Las infraestructuras peatonales, como puentes, pasarelas y aceras ampliadas, no solo promueven la movilidad sostenible, sino que también contribuyen a la revitalización de las áreas urbanas. Su diseño puede transformar espacios subutilizados en lugares activos, seguros y accesibles para todos, mejorando la cohesión social y fomentando un sentido de comunidad. Al incorporar elementos como vegetación, iluminación inteligente y mobiliario urbano, estas estructuras se convierten en más que simples vías de paso: se transforman en lugares de encuentro y convivencia.