La ciudad española de Barcelona, uno de los principales destinos turísticos de Europa, ha anunciado un plan para prohibir el alquiler de apartamentos a turistas para noviembre de 2028. La medida, anunciada por el alcalde Jaume Collboni, tiene como objetivo aliviar la crisis de vivienda de larga data, reducir los precios para los residentes, mejorar la habitabilidad y aumentar el stock de viviendas asequibles de la ciudad. En los últimos 10 años, el aumento de los alquileres a corto plazo ha elevado los precios de alquiler en un 68%, y el costo de comprar una casa en un 38%, contribuyendo significativamente a una crisis de coste de vida.
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Legislación de Nueva York prohíbe efectivamente los Airbnbs y los alquileres de apartamentos a corto plazo
La Ley Local 18 de la Ciudad de Nueva York, también conocida como la Ley de Registro de Alquileres a Corto Plazo, entró en vigencia el 5 de septiembre, cambiando la forma en que operan los alquileres de apartamentos a corto plazo en la ciudad. La nueva legislación local estableció que, a partir de ahora, los anfitriones de alquileres a corto plazo en la ciudad deben registrarse en la Oficina de Cumplimiento Especial (OSE) para obtener una licencia, y los alquileres solo están permitidos si el anfitrión vive en el lugar y está presente durante la estadía del huésped. El número de huéspedes también está limitado a solo dos, y la duración está limitada a 30 días. La legislación no es una prohibición explícita de plataformas como Airbnb, pero las estrictas regulaciones hacen casi imposible que el servicio continúe su actividad.
Los Ángeles implementará una trama urbana sin automóviles inspirada en las supermanzanas de Barcelona
Las autoridades de Los Ángeles han votado a favor de una propuesta para implementar el primer Park Block, un proyecto piloto que crea una cuadrícula de calles sin autos para abrir espacio público para peatones y ciclistas, según informa NBC Los Ángeles. El plan se inspira en el programa Superblock de Barcelona, que crea grupos de nueve manzanas en el distrito de Eixample y restringe el tráfico a las calles exteriores, liberando el resto de las calles solo para peatones y transporte local. Implementado en 2016, el plan ha llevado a una reducción en los niveles de contaminación del aire, ruido urbano y fatalidades de tráfico. Ahora se planea un programa similar en Los Ángeles, Estados Unidos.
Ciudades de Estados Unidos y Europa buscan prohibir los combustibles fósiles en nuevos edificios
Boston anunció recientemente un plan para toda la ciudad que, de aprobarse, eliminaría el uso de combustibles fósiles en nuevas construcciones y grandes proyectos de renovación. Esta medida amplía el compromiso de promulgar la acción climática y hacer de Boston una ciudad Green New Deal. Otras ciudades estadounidenses como Nueva York, Los Ángeles, San José, Seattle y Berkeley han impuesto medidas similares en los últimos años. Siete ciudades europeas (Bilbao, Bratislava, Dublín, Múnich, Róterdam, Viena y Winterthur) también han desarrollado un proyecto para eliminar los combustibles fósiles de la calefacción y refrigeración urbanas.
¿La pandemia ha detenido el proceso para reducir las emisiones de carbono?
Con la magnitud y la urgencia de la crisis inmediata de Covid-19 en todo el mundo, los esfuerzos se han concentrado en salvar vidas, en lugar de centrarse en las preocupaciones relacionadas con el camino hacia las emisiones de carbono cero. La reducción a cero de las emisiones netas de carbono en el sector de la construcción se define cuando la cantidad de emisiones de carbono asociadas con la construcción de un edificio y su finalización, es cero. Un edificio de energía cero tendrá un consumo total de energía neta cero; la cantidad total de energía utilizada por el edificio anualmente es igual a la cantidad de energía renovable generada en el sitio.
Dado que la emergencia climática se presenta como una amenaza grave y existencial, es crucial que el camino hacia el carbono neto cero se reanude a gran escala tanto en un sentido arquitectónico como comercial. En todo el mundo, se han renovado los esfuerzos en un intento de hacer frente a lo casi inconcebible. Según el informe de estado global de edificios y construcción de 2019, el sector de edificios y construcción representó el 36% del uso de energía final y las emisiones de carbono relacionadas con el proceso en 2018. Aunque las emisiones de carbono se redujeron temporalmente durante el pico de la pandemia, se establecen para volver rápidamente a las cifras anteriores.