Ya sea subiendo la torre más alta de un castillo de estilo Disney, dando a un enamorado la oportunidad de confesar su amor en la escalera de un edificio de apartamentos, o conectando un sótano o una habitación de un ático a través de un elemento decorativo de época, siempre hay algo romántico en las escaleras helicoidales. Pero más allá de su apariencia, existe gran funcionalidad detrás de sus escultóricas formas.
Una teoría muy extendida es que las escaleras helicoidales se instalaron por primera vez en castillos históricos como deflectores verticales, cansando a los infiltrados enemigos antes de que pudieran llegar a la cima. Esta es la razón por la que se dice que muchas están configuradas para girar en el sentido de las agujas del reloj durante el ascenso, teniendo los atacantes un arco más pequeño para manipular las armas (en su mayoría sostenidas con la mano derecha) que los defensores que realizan su descenso.