Los asentamientos que se construyen sobre palafitos han estado presentes en todas partes del mundo donde las poblaciones sustentan su vida en la constante interacción con el agua. En Colombia las poblaciones de la Cienaga Grande de Santa Marta en el departamento del Magdalena son un referente local que ha perdurado desde tiempos previos a la llegada de los españoles en estos territorios. Hoy en día son viviendas informales, fuera del catastro oficial. La Pontificia Universidad Javeriana y AGRA nos han compartido la investigación que plasmaron en un libro con el que apoyan a la formalización documentada de estas viviendas bajo los parámetros de representación arquitectónica, especificamente a travez del reconocimiento de las tipologías de Nueva Venecia.
Palafitos: Las más recientes noticias y obras de arquitectura
Arquitectura palafítica en la Cienaga Grande del Magdalena
Estudiantes de ingeniería reciclarán plástico vertido al mar para restaurar palafitos en Colombia
Con más de 170.000 habitantes y localizada en una de las zonas con mayor riesgo de tsunamis e inundaciones, Tumaco es la segunda ciudad más grande de la costa pacífica colombiana. La mayoría de sus pobladores trabajan en el oficio de la pesca, siendo el más común de la región. Sin embargo, dicha actividad se ha visto seriamente afectada por el deterioro del ecosistema marino a causa del vertimiento de grandes cantidades de plástico: se estima que Tumaco vierte diariamente 30 toneladas de residuos plásticos.
Un grupo de estudiantes de ingeniería de Petróleos de la Universidad Nacional de Colombia con sede en Tumaco han desarrollado un modelo de recuperación de casas sobre palafitos a través de la transformación de residuos plásticos para la construcción. Así, las unidades de vivienda puedan ser reforzadas con materiales de bajo costo y algunas puedan ser reubicadas en tierra firme.
Edward Rojas: ¿Mall legal y Palafitos irregulares? Las paradojas del patrimonio en Chiloé
Hasta no hace mucho tiempo, estábamos convencidos de que éramos unos privilegiados por vivir en la maravillosa Isla de Chiloé, por cuanto, a nuestro juicio, era un lugar donde el Patrimonio, elemento esencial de su identidad, se valoraba por sobre todas las cosas.
Muchas iniciativas públicas y privadas realizadas a fines del siglo XX e inicios del Siglo XXI como lo fueron la defensa del bosque nativo ante el proyecto Astillas de Chiloé en los 70; la defensa de los palafitos ante el decreto de erradicación de estos barrios de bordemar; la restauración y declaratoria del Sitio 16 Iglesias de Chiloé Patrimonio de la humanidad; el éxito de los Festivales Costumbristas en toda la Isla y la Feria de la Biodiversidad en Castro, ámbitos donde se recrea culturalmente de manera tangible e intangible el patrimonio, entre otras acciones, nos daban cuenta de la valorización del Patrimonio por parte de la comunidad insular y nacional, el que se entendía como palanca de desarrollo económico y cultural de Chiloé.