El Pavilion d’Eau, diseñado por el estudiante de arquitectura EPFL Alexander Wolhoff, fue levantado en el lago de Ginebra, Suiza. El pabellón es producto de seis meses de investigación, creación de prototipos y coordinación con diferentes organizaciones locales y académicas en conjunto con los laboratorios LHT3. El exterior del pabellón octogonal tiene una estética estructural, mientras que el interior -al que solo se accede caminando por el agua-, es ornamental y está revestido con baldosas cerámicas hechas a mano.
El municipio de Saint-Saphorin en Lavaux, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, permitió la construcción del pabellón temporal en el lago; el proyecto está diseñado para tocar ligeramente el paisaje, sin afectar el lecho natural del lago. El pabellón está compuesto por materiales que incluyen piedras de lago, madera y azulejos de porcelana. Para garantizar un impacto mínimo y reversible en el sitio, las bases del pabellón están hechas de gaviones de piedra.