Con una exposición agendada para marzo del presente año en el Sesc Pompeia, la mayor exponente de arte performativo del mundo, Marina Abramović, le contó al Portal do Sesc sus primeras impresiones sobre los espacios del icónico proyecto de Lina Bo Bardi.
Con una visión bastante sensible y abierta a las "energías del lugar", la artista serbia se impresionó con la cantidad de personas utilizando los espacios de la antigua fábrica de tambores, un público heterogéneo llevando a cabo las más variadas actividades.
"Me gustó inmediatamente. Habia algo así como una sensación de democracia. Un río atravesaba el espacio. Y había una chimenea . Algunos cristales y piedras fueron colocados en diferentes esquinas, marcando puntos de energía. Este no es un espacio normal de exposición donde se exhibe Arte como museos y centros culturales de arte contemporáneo que tú encuentras en Europa o Estados Unidos. Todo en este espacio es diferente. Y lo diferente que hay en él es que existe una especie de remolino energético, lleno de curiosidad, inocencia y simplicidad"