Cuando Paisaje Transversal surgió, hace ya 10 años, una de las razones que también nos movió fue la de exigir y proponer una profesión más responsable y respetuosa con sus propio gremio y con el resto de la sociedad. En aquel momento veíamos, y aún vemos, que una de las consecuencias más perniciosas del ensimismamiento y la autosuficiencia de la Arquitectura (la A mayúscula es irónica, somos más de hablar de arquitecturas), tanto en el mundo profesional como (de forma superlativa) en las universidades, es la grave ignorancia que crea en torno a temas tan básicos como el trabajo, la gestión de empresas o la ley, entre otras muchas otras.
Este extendido desconocimiento impuesto y autoimpuesto con orgullo, por tratarse de temas grises y secundarios, ha conllevado en la práctica un sistema anómalo donde, con demasiada frecuencia, se defrauda, explota, precariza y autoprecariza. Y esto, naturalmente, acaba perjudicando a los profesionales, a la profesión y a la sociedad.
Una causa no evidente de este fenómeno proviene de que, en muchos casos, esta dejación de funciones es voluntaria, basada en una posición liberal insolidaria y antisistema, o causada por la precariedad de una profesión que en algún momento fue pudiente y que no quiere asumir su nuevo estatus.
Enumeramos a continuación cinco principios que sentimos necesario difundir y reivindicar para reconstruir una profesión digna y responsable: