En 1792, el presidente en turno de los Estados Unidos, George Washington organizó un concurso para diseñar la casa presidencial y la propuesta ganadora a cargo del arquitecto James Hoban conformó la mansión neoclásica que hoy conocemos como la Casa Blanca, quedando grabada en el imaginario colectivo de los Estados Unidos.
Con representaciones cada vez mejores volviéndose omnipresentes en la arquitectura, tanto estudiantes como profesionales sienten la presión de dominar un conjunto adicional de habilidades para transmitir sus ideas. ¿Hasta qué punto los renders hacen o deshacen un portafolio o un proyecto? ¿Qué importancia tienen en el proceso de diseño? ¿Los renders informan sobre un conjunto particular de habilidades además de las del software? Este artículo explora diferentes perspectivas sobre el papel de las representaciones dentro de la profesión.
Los renders, como composiciones capaces de comunicar el aspecto tridimensional de un proyecto desde un soporte bidimensional, es decir, la imagen, permiten una noción previa de lo que seguirá siendo la obra arquitectónica. Sin embargo, contrariamente a lo que a menudo se imagina, la representación no es sinónimo de una representación realista de la arquitectura.
Al ser una herramienta de comunicación del diseño, un render puede asumir diferentes estilos dependiendo no solo del proyecto en cuestión, sino también del público al que va dirigido y, sobre todo, de la identidad del arquitecto, arquitecta o despacho de arquitectura responsable.
En tiempos de gran énfasis comercial, donde cada vez más las ideas en arquitectura parecen inclinarse hacia una representación hiperrealista en un intento de convencer a sus clientes –o jurado, en el caso de concursos de arquitectura– de que la ejecución futura traerá tal calidad como las visualizaciones fantásticas, las representaciones asumen un alto grado de importancia en la presentación de proyectos.
Desde esta perspectiva, es común que haya nuevas actualizaciones cada año, así como la aparición de nuevos programas especializados en renderizado, herramientas capaces de lograr resultados tan impresionantes que confunden las imágenes finales con fotografías, cruzando lo irreal con la noción de hiperrealidad.