La iglesia de Chanqueahue de casi un siglo de antigüedad ha sido testigo de sucesivas transformaciones producto de los terremotos ocurridos en la región. Especialmente el terremoto de 1985, el cual modificó fuertemente su espacialidad y su estructura. Uno de los sucesos, que demuestran lo anterior, es que pendiendo de una rama de eucalipto, se encuentra su campana que data de fines del siglo XIX.
Con la idea de aportar en este proceso de re-configuración de la iglesia, la arquitecta Constanza García procede a investigar tanto las materias primas como las formas constructivas. En el transcurso de la investigación surge una donación material de árboles de Eucalipto que da partida al diseño del proyecto al transformarse en la materia prima.