Por Sílvia Leão, profesora doctora del Departamento de Arquitectura de UFRGS.
En 1951, el arquitecto carioca Sérgio Bernardes, con tan sólo 32 años de edad, proyectó una residencia que se destaca por su singularidad en el panorama arquitectónico de Brasil. Con una estructura de metal y tejas, muy ligera, está recubierta por piedra bruta, vidrio y ladrillo. La cubierta que fue originalmente de paja, generaba una mezcla de materiales inusuales para la modernidad arquitectónica de la época.