La arquitectura probablemente existe en cualquier lugar o espacio físico habitado por seres humanos. Además, nuestra curiosidad inherente y nuestro espíritu explorador constituyen un aspecto integral de nuestra humanidad. Impulsados por nuestra capacidad inventiva, nos aventuramos en escenarios futuros que podemos explorar como individuos y sociedad. En consecuencia, la posibilidad de un futuro en el espacio ha despertado la imaginación de científicos y diseñadores, dando lugar a diseños conceptuales y de ciencia ficción donde los seres humanos habitan el espacio.
La capacidad inventiva e imaginativa del ser humano se puede rastrear a través del trabajo de artistas como Jean-Marc Côté, quien, a principios del siglo XX, imaginó una serie de ilustraciones retro-futuristas que imaginaban cómo sería la vida en el año 2000. También existen referencias literarias notables, como la obra de Ursula K. Le Guin, conocida por su ficción especulativa que explora el viaje de la humanidad como una especie espacial. Indudablemente, el futuro y el espacio son dos temas cautivadores que han inspirado el desarrollo de una visión a largo plazo para la sociedad en el espacio.