Los arquitectos y diseñadores a menudo buscan formas de hacer que las fachadas y las superficies interiores de los edificios destaquen entre la multitud. Pero a veces el cambio más pequeño puede tener el mayor impacto una vez que das un paso atrás y ves el panorama completo. Al emplear un patrón ilusorio, como píxeles tramados o puntos de semitonos, o al realizar cambios sutiles pero intencionales en la posición u orientación de los materiales, las superficies planas se pueden transformar en formas curvas y en movimiento.
Los patrones de medios tonos funcionan reduciendo una superficie sólida de color en puntos de tamaño decreciente. A medida que los puntos se reducen gradualmente a nada, no dejan nada excepto un color de fondo. El resultado es una superficie plana con un degradado que imita las sombras o luces de una curva tridimensional. Mientras tanto, el tramado es el proceso de difuminar múltiples tonos del mismo color para mezclarlos. El efecto permite a los diseñadores, a una escala suficientemente grande, crear imágenes con profundidad y curvas, utilizando un solo color. O incluso para crear la ilusión de un color intermedio.