Aunque la construcción se basa principalmente en principios técnicos, que a simple vista parecen seguir únicamente el diseño y las especificaciones preestablecidas, existe una dimensión más profunda que se relaciona con la naturaleza y la esencia de los materiales utilizados. Estos materiales no sólo desempeñan una función utilitaria, sino que también se convierten en algo que trasciende su mero propósito, evocando la noción planteada por Pablo Neruda: "Hay un rigor en los materiales que limita el exceso de capricho y la lucha por infundirles humanidad".
Dentro de la gama de materiales que existen, probablemente no se encuentre ninguno que sea tan universal como el ladrillo. Su versatilidad y honestidad estética lo han convertido en un recurso ampliamente utilizado en la construcción de diversos espacios en todo el mundo. En el ámbito de la arquitectura chilena se han destacado las amplias posibilidades que este material ofrece, habiendo sido utilizado de manera excepcional por numerosos arquitectos. Además, ha adquirido nueva relevancia en las conversaciones arquitectónicas, como se ejemplifica en el libro "Arcilla. Materia y Obra en Arquitectura". Esto se refleja a lo largo de la historia de Cerámica Santiago y en la colaboración en conjunto con la Facultad de Arquitectura y Arte de la UDD en la impulsión del Premio de Arquitectura en Ladrillo.