En las primeras décadas del siglo XXI, Honduras experimentó niveles más altos de crimen y violencia en comparación con sus otros vecinos centroamericanos. Esta situación hizo que el país fuera en gran medida evitado por la mayoría de los visitantes e inversores. Sin embargo, no impidió que Tegucigalpa, su capital, experimentara una explosión de desarrollos residenciales y de oficinas que actualmente están remodelando su horizonte. Definida por una topografía única y un clima tropical, la ciudad sirvió como campo de pruebas para los principios urbanísticos modernistas que contribuyeron a la transformación de un pequeño pueblo minero en una de las metrópolis más grandes de Centroamérica.
Tegucigalpa: Las más recientes noticias y obras de arquitectura
Arquitectura y Política: decisiones de unos, consecuencias para todos
Ya lo hemos escuchado, la arquitectura puede despertar sensaciones, influir en cómo nos desenvolvemos en comunidad y cómo nos expresamos a partir de los imaginarios colectivos que forjamos. Cuando reconocemos en los demás la frustración que llevamos dentro, la sensación de que en realidad no somos parte de algo, y de que no tenemos mucho (o nada) que ver con lo que tenemos a nuestro alrededor es cuando nos damos cuenta de que “la política importa, tanto por los hechos mismos como por sus consecuencias” como escribió Neruda.
Sí, nuestras ciudades son producto de la política, esa política de nuestras autoridades que no suele incluir a la comunidad más allá de un proceso de “socialización” que más que “trabajar en sociedad” y encontrar el punto de convergencia de las necesidades de la mayoría, es “informar” lo que se hará.