desde Milán, por Mauricio Magnasco.
Muchas personas en Milán están aburridas del gris de la ciudad, de su altura pareja y de la falta de vegetación. La ciudad antigua les parece un peso insoportable y por esto ven con buenos ojos la serie de rascacielos y parques que se vienen en los próximo años. Proyectos que de una vez por todas prometen devolverle el aire de ciudad vanguardista que por tanto tiempo fue.
La iniciativa es una asociación entre el gobierno de la ciudad y empresarios privados y tiene como doble propósito terminar con los terrenos baldíos que dejaron los bombardeos en la segunda guerra mundial y de materializar una nueva era en la historia milanesa.