Con la densidad de las ciudades y la reducida disponibilidad de suelo, el fenómeno de la verticalización se ha intensificado en ciudades de todo el mundo. Además de la verticalización de los edificios, que suele dividir las opiniones de arquitectos y urbanistas, muchas iniciativas han buscado en la dimensión vertical la posibilidad de promover la presencia del verde en los centros urbanos. Jardines, granjas o bosques verticales, huertos en azoteas y estructuras suspendidas para agricultura urbana son algunas de las posibilidades de cultivo vertical de especies vegetales, cada una con sus especificidades e impactos específicos para las ciudades y sus habitantes.
Pero, ¿sería la verticalización la solución ideal para hacer las ciudades más verdes? ¿Y cuáles son los impactos de esta acción en los centros urbanos? O, ¿cuáles son los beneficios de la vegetación que se pierden al adoptar soluciones en altura, en lugar de promover su cultivo directamente en el suelo?