Toda persona que haya vivido en Chile el terremoto y posterior tsunami de 2010 (conocido como 27F) tiene una historia que contar. Cada vez que se menciona en alguna conversación, es inevitable preguntar: "¿en qué estabas tú a esa hora?".
A Oriana Pinochet Villagra y su familia el seísmo los encontró en Constitución, una ciudad costera chilena, donde el río Maule finalmente se entrega al Océano Pacífico. Una ciudad maderera que, rodeada de montes verdes y de frente a los cuerpos de agua, parece a primera vista estar más hundida que el propio río.
Y también fue una de las ciudades más afectadas por el 27F. El Pacífico entró por el Maule y dañó todo lo que el terremoto no había alcanzado a hacer. Quienes vivían en la ribera del río, quedaron en la calle con el lodo enterrando lo construido. En el caso de la familia de Oriana, perdieron 30 años de recuerdos.