A la hora de dibujar, las líneas son elementos fundamentales de la composición. Delinean el espacio, las estructuras y definen límites. Cuando se trata de mapas y fronteras, la línea adquiere un significado particular, pues esta "simple" expresión gráfica marca una poderosa división entre regiones, marcando el inicio o el final de un territorio. Este trazo tiene un significado profundo en el límite entre México y Estados Unidos, donde constantemente desdibuja y cuestiona la frontera. En estos lugares, el multiculturalismo es algo cotidiano, con una negociación continua de límites presente en todos los aspectos de la vida. La dinámica de estas fronteras implica el diseño y la generación de una red compleja de interacciones y colaboraciones.
En lugar de estar dividida entre tijuanenses por un lado y sandieguinos por el otro, esta región en particular se destaca como una comunidad cuya esencia armoniza con un profundo legado de colaboración transfronteriza, en lugar de ser vista como ciudades separadas por una línea. Como la primera designación binacional en la historia del programa Capital Mundial del Diseño (WDC), la región Tijuana-San Diego comparte un interés común en abordar cuestiones urbanas, sociales y económicas a través del diseño. Así, a través de conferencias, cumbres políticas y talleres, la región busca mejorar la catalización de ideas a través de su designación.